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CREERÁN QUE ESTOY LOCA. ENTONCES ESTÁN EN LO CORRECTO...

viernes, 23 de abril de 2010

YO

Hacía días que no llovía, y parece que seguirá así durante toda la semana. Curitiba (Brasil) es la ciudad con el clima más impredecible de todos; si quieres experimentar las cuatro estaciones, basta con pasar un día en esta región sureña. No me agrada (el clima) y tampoco me desagrada, es simplemente un poco incómodo a la hora de escoger el guardarropas. Es toda una estrategia pues tienes que combinar conforto, armonía y seguridad - del frío y de la lluvia.

Vivo en Brasil desde hace un año y poco. No quería venir. Me costó una y parte de la otra ver el lado positivo de esta mudanza. Fue como pasar por una terrible tortura y después de tanto sufrimiento te rindes y lo dejas a la suerte, sólo que con un final - supongo yo - feliz. Se que suena súper dramático y exagerado, pero así me sentí por unos cuantos meses. ¿Quién no se siente deprimido y con ganas de mentarle la madre al universo cuándo tienes que dejar todo aquello que conoces y por lo que sientes tanto amor? Además sin previsión de regresar porque, sinceramente, no se cuando vaya a Venezuela otra vez. Y ni me siento triste por eso. O ¿será que soy una descorazonada que no siente nada por su país? Cuánta insensibilidad de mi parte; no es que no lo ame, es que no quiero regresar. No por ahora. No por un buen tiempo. ¿Es eso insensible? ¿Triste?

En fin, esa soy yo: Un periodista venezolana; al parecer una insensible. Una inmigrante que vive dentro de un coloso. Soy una estadística. Una desconocida que está construyendo un nuevo presente y vitaminando mi pasado. Sin amigos - sólo conocidos - me abro camino en una nueva aventura en el viaje de mi vida.